La mamografía es la técnica más utilizada para la detección del cáncer de mama y en ella se exploran las mamas empleando una mínima radiación. Los resultados animan a ello, porque se estima que ayuda a reducir en un 30% la mortalidad por cáncer mamario.
Para realizarte una mamografía, el técnico especializado comprime la mama entre dos placas transparentes. Estas placas están conectadas a una cámara altamente especializada, la cual toma dos fotografías de la mama desde dos ángulos diferentes.